domingo, diciembre 2


De nada sirve sumergirse en la pecera
si no dejamos alimento para los coloridos peces
avivando el agua que se remece por nuestras manos felices
y reviviendo las ondas de tu pelo,
cuando navegabamos juntos,
y cada letra se hacía un nuevo pez y una nueva vida
en este manantial que la embellece.

De nada sirve nadar por la pecera,
cuando el único alimento para el agua es el recuerdo
y no hay acción en las letras,
y se hace costumbre el olvido,
y no hay inspiración para tu boca,

De nada sirve leer lo que un día fue,
cuando las cosas se transforman a cada momento
y no hay mayor razón que una hilera olvidada
de letras que quedaron en algún segundo
cerca de tus manos encandiladas,
de aquel tiempo en que las adorabas
y las cobijabas en tu pecho inspirado.

De nada sirve vivir de un pasado
cuando en el presente hay peces estancados,
añorando seguir escribiendo
y leyendo mágicas letras
con la candidez con que se escribían en el pasado.

Fuerza pecesitos
que este espacio es un tesoro preciado

joan manuel