miércoles, septiembre 13



Lo tenía entre sus manos. Un bocata de jamón. Ni tomate, ni aceite. Sólo pan y una triste loncha de jamón.
Dejando escapar un suspiro le hincó el diente. Siempre había sido una persona de esas a las que se le dicen que enfermará por su manera de engullir, por no masticar la comida.
Y ahora… cómo es la vida! Ahora perdía la cuenta en el número cien. Así creía engañar a su estómago . Ese que no hacía otra cosa que rugir día y noche.
No le culpaba, claro que no, cualquier estómago gritaría de esa manera si su mayor manjar era eso, un triste bocata de jamón. Y lo peor es que ni siquiera era del bueno! De esos que por ahí llaman “de pata negra”. No , era una triste y delgada loncha de esos que venden en los hiper lo más barato posible; una de esas marcas que, cuando te metes la loncha en la boca, dudas si le quitaste el plástico que la envolvía o no.

Sentada en el banco de siempre ya hiciera sol, nevara, helara o cayeran chuzos de punta. Hoy tuvo suerte, hoy lucía el sol. Y así, degustando su bocata de jamón en plena calle recordó tiempos mejores. Recordó cuando de cría se escondía la comida que no quería en los bolsillos para deshacerse de ella cuando mamá no la miraba.

Ahora ella era la mamá. Ahora podía comprender lo que costaba conseguir esa comida. Y ahora se preguntaba qué estaría haciendo su pequeña, se preguntaba si como ella tiraría el filete que en ese preciso instante tendría en su plato.
Volvió a mirar su bocata, un triste bocata de jamón que, cuando llegase a casa y le preguntara su pequeña por su “comida de negocios”, tendría que conseguir transformarlo en caras gambas, deliciosos solomillos y magníficos tiramisús.

”Bueno” – pensó – “ no alimentaré mi estómago, pero al menos tendré que alimentar mi imaginación” . Y con una sonrisa en los labios miró el bocadillo y creyó percibir el olor de los jamones que recordaba colgados del techo de la cocina de casa de mamá.

10 Comentarios:

Blogger wakarimasen dice...

oleee me ha encantado :D te he visto muy inspirada/o muy bonitos los recuerdos y los sabores que se podían imaginar ;) y la nostalgia y los muchos más sentimientos implicados en tus palabras.

4:22 p. m.  
Anonymous Anónimo dice...

Gracias Kimo.
la verdad es que da gusto volver a bucear en esta pecera...

Besitos

9:41 p. m.  
Blogger Lesan Mora dice...

interesante y suculento. La imaginacion en ocasiones es el mejor estimulo que existe.
besos

10:52 a. m.  
Anonymous Anónimo dice...

Que linda imagen de una realidad. La de gente que todavia se llena la boca de COMIDAS y CENAS de negosios....
Escribes que alimenta, guapa.

8:34 p. m.  
Blogger El Bosco dice...

veo que septiembre llega con su dosis de tristeza bajo el brazo pero es así como lo cuentas.
Estupenda lección.
Besos

12:54 a. m.  
Anonymous Anónimo dice...

tu texto...exquisito!

felicidades por tu blog!

selene{S}
http://yo-perra.blogspot.com

4:22 p. m.  
Anonymous Anónimo dice...

Qué cruda realidad.. qué ironías de la vida... me ha encantado cómo lo has descrito, con una sutil tristeza y el final simpático con la sonrisa y la broma ante el infortunio :D

7:46 p. m.  
Blogger Unknown dice...

La imaginación alimenta la mente, pero el cuerpo también necesita sustento. Lo mejor es que se termine ese bocadillo e imagine que es ese delicioso bocadillo de jamón de pata negra que tanto le gusta :)

Un saludo

12:36 a. m.  
Blogger Nazareno dice...

A veces, no queda otro remedio que la imaginacion. Que pena por aquellos que no la cultivan.

Que pena por los que no tienen otro remedio que la imaginacion.

Che! Xydehia! me haces acordar a Jorge Gotling (http://cosasdeyo.blogspot.com/2006/08/despido-un-grande.html#links) en sus columnas del diario Clarin.

Ojala y tu proximo texto venga pronto.

6:49 p. m.  
Blogger Rafael dice...

Me ha gustado.
Que seria de nosotros sin la imaginación. A veces, hace milagros.
Un saludo.

10:09 p. m.  

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