El mundo de los sueños es un universo paralelo en el que algunas veces se expresan los deseos no cumplidos o las peores pesadillas que alguien puede tener.
Él recordó algo, no sabía muy bien qué era, más que una realidad era una sensación que flotaba en su mente, ese algo familiar que le hacía sentirse tan bien, ese fluir de ideas y de palabras sin pensar, sin juzgar, casi dichas y oídas por sí mismo al mismo tiempo.
Cuando la volvió a ver intentó pasar de largo. Había pasado tanto tiempo, tanto tiempo evitando acercarse a ella pero sin sentido, prefería imaginarla sin el fluir del tiempo que tanto puede arañar los recuerdos. Pero ella le sonrió, tan espontánea como siempre, con la sonrisa amplia y esa mirada afectuosa...Se quedó ahí parado, tan lejos, se alejaba tanto que no podía evitarlo. Tan cerca y tan lejos que dolía, pero ella continuó mirándolo, cada vez con la cabeza más alta, cada vez más rotunda.
Un paso atrás y le abrazo. Pero ella giró, dando un paso inevitablemente hacia algo diferente que no fuera un vago sueño.
Mientras, ella sufrió. No pudo evitar sentir una avalancha de sentimientos enfrentados, de sensaciones que no sabía muy bien si íba a volver a sentir, pero que desde luego ya no pertenecían a él. Qué equivocada estaba durante tanto tiempo. Al igual que él soñó con un reencuentro de iguales, pero el tiempo no pasa en vano, y la distancia en el tiempo a veces da a parar a un nuevo planteamiento que no da lugar a confusión. Pasó por muchas cosas durante ese año. Deseaba. Pero esta vez con condiciones, y no a costa de sí misma.
Había aprendido a ser egoísta. Y muy amable, pero con ella. Justa.






No volvería a soñar despierta. Esperaría a cerrar los ojos.