¿TE LO PUEDES CREER MARIPURI?

Todos se amontonaron a mi alrededor. Bueno yo estaba debajo con una especie de plástico. Unos me miraban más estupefactos y otros más melancólicos. Otra vez, pensaban, otra vez lo mismo. Francamente no me di cuenta de nada. Creí estar en el séptimo cielo. Así tan calentito y abrazado a mi mismo hasta que me di cuenta. Me habían atropellado y ya no estaba en el suelo si no flotando por el aire. La señora Maripuri hablaba con su amiga Paquita:

-Si que ha tardado en llegar la ambulancia-decía Paquita
-Qué coraje- decía con la mirada caída Maripuri
-¿Viste lo que tardó la ambulancia en llegar?-continuaba Paquita- Pobre hombre
-Tan joven-
-Bajaba para buscar a mi nieta al colegio-cogió el brazo de la nieta bien fuerte- Bárbara haz el favor de estarte quieta
-Ni lo vi caer- decía compungida Maripuri
-Me voy a ir porque Bárbara está nerviosa
-¡Abuela quiero la piruleta!- decía la nieta estirando de la bufanda blanca
-¿Te lo puedes creer Maripuri? Yo no gano para estos sustos

Al cabo de unos segundos Maripuri se desplomó en el suelo. Le había dado una bajada de tensión. Un minuto antes había observado caer el brazo del joven atropellado. Y la palidez se acomodó en su cara hasta el punto que tuvieron que atenderla los ats.