Noches Mundiales (el preludio)

La inquietud es palpable, se respira a pleno pulmón, sólo pocos coches están todavía por las calles y parezco estar en un videojuego, donde improvisamente coches de gran cilindrada que te cortan de repente el paso.

Adónde irán todos con esta prisa maldita, claro es el 9 de julio día de la final del mundial de fútbol pero faltarán unos minutos todavía, joder, y yo todavía por la calle con mi coche, intentando también como los demás el garrito, la casa del amigo, el primer sitio que tenga una televisión puesta en la RAI1.

Lo más importante es respetar los rituales superticiosos, que te haya acompañado desde el comienzo del mundial hasta hoy. La camiseta non la azul de Italia, la de siempre, pero esta noche no se puede perder ante Francia.

Ya perdimos un europeo con un golden gol y esta vez tenemos que tomarnos la revancha, hoy tenemos que entrar en los libros de historia, hoy tenemos que hacer la historia del fútbol.

El partido ha empezado y todo seguimos teniendo en los ojos los goles de Grosso y Del Piero de la semifinal que ganamos contra Alemania, no nos podrá parar Francia, que llegó a la final casi por casualidad. Brasil fue la gran desepción de este mundial.Estamos hechos un manojo de nervios, aunque los franceses no chutan nunca a portería, menos el penal que el puto árbitro argentino le ha regalado nada más empezar el partido claro...su juego es mejor, pero la historia nos enseña que no siempre el favorito o el mejor gana.¡¡Qué cabezaso de Materazzi por Dios!! ¡¡Sí señor!!Por fin Lippi ha entendido que Totti en este equipo no pinta nada y no sirve para mejorar el juego ni mucho menos a contrastar el equipo contrario.

Ya ha entrado al campo De Rossi...no me parece la elección más apropiada pero lástimadamente es el entrenador el que manda.Llegan los tres silbatos de Larionda, será prórroga y pasa la verdad sin demasiadas emociones, pero con mucha, espantosa tensión, estoy estrangular el cuello de mi botella alemana...y en un parpadear de ojos, Materazzi está en el suelo con las manos en la cara, revolcándose en el cesped del Olimpiastadium de Berlín.

Habrá que verlo otra vez, porque los futblolistas italianos son bastante teatreros, para que nos enteremos de lo que acaba de pasar todos esperamos el repetición. Como de costumbre el conjunto arbitral no se ha enterado de nada, e van más perdidos que un Oso Polar en el Sahara...cuando desde lejor llega un valiente Don Quijote de nuestros tiempos, su nombre es Don Medina Cantalejo, el cuarto hombre, atento observador del campo y de pantallas varias que se lo explica todo como si lo hubiese visto con sus mismos ojos el momento en que ha pasado.La camiseta amarillo fluorecente se dirije hacia Zidane y con un gesto seguro alza al cielo un cuadradito de plástico rojo brillante.

¡¡A LA CALLE YA HOMBRE!!Estamos todos mucho más convencido que esta pueda ser "la vez", de hecho en el bar se ha alzado un grito casi como si hubiesemos marcado gol. Somos uno más y queda un puñado de minutos para que se acabe la prórroga.

[to be continue...]